miércoles, 13 de julio de 2011

A Facundo Cabral




In memoriam

"lo que llamamos muerte
es el estado más sutil de la luz"
Facundo Cabral


En Guatemala
la negra bala
mató las palabras,
la voz del corazón
que latía en su boca,
y dejó de girar la tierra,
de pensarse hogar,
refugio sin banderas.

La diginidad era el color
de su esperanza;
el oprimido soplo del viento
le dio su despedida,
pidió perdón el llanto
por la homicida mano
que silenció del pueblo
el canto
en ese hombre
de ciegas ambiciones.

Hubo flores y carteles
en las avenidas,
desnuda la pregunta en los pechos,
y grises metrallas de lluvia.

La muerte insistente
deshojó su vida;
frío el vacío,
¿quién templará su guitarra?,
¿quién templará la piel del río
en su encordado?

Él nos deja
y la tristeza
se sienta en su silla...

Darío Oliva

(11 de julio de 2011, a dos días de la partida del juglar)


martes, 1 de marzo de 2011

Poemas de Malka Bentivegna



Hay ciudades sin fundar y cuerpos sin fundar,

y almas precisamente fundadas

dentro de esos cuerpos y esas ciudades.




Huir desde dentro, suicida que arremete contra el oscurecimiento,

contra el dolor de la soledad que lava sus pies en mi sangre.

Oir que salgo del cuerpo en el parto lleno de libres despojos,

solamente ser o haber sido.


Malka Bentivegna

malkka10@hotmail.com

miércoles, 15 de diciembre de 2010

ETERNIDAD


Aferrada a la vorágine de un sueño
el brazo de la vida se levanta,
seduce, invita, provoca, llama.
Se estiliza armonioso
deslizándose en su esencia.
Me concentro en las arenas de los días
y en su brillo incandescente
una mano me hace gestos;
prolongan los ojos del asombro,
enmudece la lágrima,
aletean las aves y apresuran
el mensaje que alimenta el alma.
El tiempo me ha atrapado
y es su rosa
fantasía de espinas y de muerte.
No detendrá su marcha.
En su núcleo
es eterno el devenir del hombre.

Rosa Elvira Soda


domingo, 5 de diciembre de 2010

Poema desencantado


Al Sr. Tirano
Incensato,
tu látigo no vencerá mi canto.
Por más sombras del cerrojo
mis ojos verán la luz del día
aunque te rías y voltees
de tu lado la moneda,
volverá a ti la pena como una paloma
a joderte el sueño y a cagar en tu cama,
volverán a ti el sudor y la sangre derramada,
tirano sin bandera, ni patio ni parecela.
Incensato fascista,
conocedor de idiomas de botella
donde rumian rinocerontes y bueyes
su borrachera,
mírate, desvergonzado
impresentable señor de los genuflexos,
en el espejo de tu propia envidia;
adelgaza las palabras,
júntalas, desparrámalas
si es que hilvanas el hilo de Ariadna de mi poesía,
muérdete en la lengua
si un neologismo ripia tu garganta
ahogada en vino, vino amargo
de soledad sin despedidas.
El mundo material te agrada,
pequeño, falso Midas,
energúmeno del cálculo y la cifra,
licenciado de botellas
y circunloquios de miopía
con voz de cloaca y pupilas incendiadas
de insomne hipocrecía...
No, no callarás mi canto,
fascista insensato,
energúmeno,
rey de los idiotas;
mi canto te atravesará como una espada
y veremos quién es más
cuando rompas tu alcancía
y te mees en las medias
rey de copas,
pobre marioneta en alpargatas,
sarmientino monigote en propaganda.
Veremos quién es menos
cuando el reloj curve tu espalda
y caigas en el fango del reino que has creado,
del que has nacido,
insigne pusilánime sin dios y sin escuela,
tirano sin bandera, ni patio ni parcela.
03/XII/2010

viernes, 15 de octubre de 2010