In memoriam
"lo que llamamos muerte
es el estado más sutil de la luz"
Facundo Cabral
En Guatemala
la negra bala
mató las palabras,
la voz del corazón
que latía en su boca,
y dejó de girar la tierra,
de pensarse hogar,
refugio sin banderas.
La diginidad era el color
de su esperanza;
el oprimido soplo del viento
le dio su despedida,
pidió perdón el llanto
por la homicida mano
que silenció del pueblo
el canto
en ese hombre
de ciegas ambiciones.
Hubo flores y carteles
en las avenidas,
desnuda la pregunta en los pechos,
y grises metrallas de lluvia.
La muerte insistente
deshojó su vida;
frío el vacío,
¿quién templará su guitarra?,
¿quién templará la piel del río
en su encordado?
Él nos deja
y la tristeza
se sienta en su silla...
Darío Oliva
(11 de julio de 2011, a dos días de la partida del juglar)